domingo, 30 de octubre de 2011

10 – Pateando balones fuera



Nunca olvidaría ese gol que le marcó Rincón a Alemania en Italia 90, en el último minuto, entre las piernas de Bodo Illgner y que permitió a la selección Colombia, no sólo empatar con el futuro campeón, sino que además pasar por primera vez a la segunda ronda de un Mundial de Fútbol. Esa tarde, él quería ser parte de esa gesta histórica, así que se fue al parque del barrio con lo más parecido a un balón que tenía, ahí encontró con quien celebrarlo como debía, jugando al fútbol. Encontró a 4 niños que estaban en su misma situación, todos quería ser la selección Colombia, Rincón, El Pibe, Higuita, la Gambeta Estrada. Esa tarde, nació un ritual que acompañó a esos niños lo que duró la selección de ensueño del Pibe Valderrama y que terminó dos mundiales después en Francia 98.

Se fueron conociendo y asumiendo sus posiciones a medida que aprendían de fútbol. El 5-0 ante Argentina en el Estadio Monumental fue el culmen de su carrera, la celebración duró tres días y se pegaron la primera borrachera de su vida. Sin embargo, la euforia se vino abajo con el primer partido del Mundial de USA 94, en el que Colombia sufrió un 3-0 que acabó con las ilusiones de todos y la única forma de pelear la pena, fue pateando el balón todas esas vacaciones hasta las 12 de la noche. Ese mundial marcó el comienzo del fin, las fisuras del proyecto, la selección se desperdigaba. El asesinato de Andrés Escobar los dejó a todos perplejos y de luto, organizaron un torneo en el barrio en su honor, que terminó en pelea por un par de tramposos.

No dejaron de jugar al fútbol, pero las prioridades fueron cambiando, las cervezas, las novias reales o platónicas y las fiestas hasta el amanecer, hicieron su entrada triunfal. Los partidos se fueron haciendo cada vez menos regulares, terminando por ser algo exclusivo de los fines de semana y luego un encuentro mensual. Así que el 98 los agarró como a la selección, en horas bajas, era el símbolo del final de un proceso. Adiós al Pibe, Rincón o Asprilla, las lesiones de tobillo o rodilla también empezaron a hacer mella en el equipo. Las novias cada vez daban menos tiempo, acababa la etapa de colegio y empezaba la universidad. Después de que Colombia fue eliminada del mundial, jugaron su último partido oficial, para resarcirse contra un destino que consideraban injusto, esa tarde perdieron contra un equipo más joven y con mejor técnica.

Años después intentaron volver a jugar, pero el deterioro físico y la falta de juego eran demasiado latentes, llegando al punto del letargo y el aburrimiento, suspendieron el encuentro fallido. La selección marcó una época feliz, de diversión y amistad. Ahora sólo les quedaba ver desde un cómodo sillón los partidos del Barça (por afinidad de estilo de juego y filosofía de toque-toque) y añorar las tardes de patadas al balón, sudor y camaradería.


1 comentario:

  1. Hola Sebas!! me gustó el escrito!! hay que retomar lo perdido!! proletariado Vs lagocaciquences o Scouts Vs Lagos, o cualquiera... pero habrá que convocar a muchos otros nuevos talentos para reemplazar los que se han ido a vivir en el extranjero.

    Perrael (Defensa).

    ResponderEliminar